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“¿Cómo es que se llama este doctor?”, pregunta en voz baja el lustrabotas que embola los tenis negros de Sergio Fajardo durante el más reciente recorrido del dos veces candidato presidencial en Bogotá. El embolador, con uniforme de la Bogotá Humana de Petro, atiende debajo de una sombrilla con publicidad de Cambio Radical, en uno de los puntos de un recorrido para impulsar la formación de listas al Congreso de la Coalición de la Esperanza. 

Sergio Fajardo antes del evento en la plaza Rosario. (Foto Juan Carlos Hernández)

En unas elecciones con un número récord de precandidatos presidenciales y una amalgama nueva de coaliciones, movimientos y partidos, la Coalición de la Esperanza de la que hace parte Fajardo tiene el reto de hacerse reconocible en el tarjetón presidencial y en el de Congreso, donde busca llevar una lista al Senado unificada.

Además de Fajardo, participan como precandidatos en esta alianza de políticos de centro Jorge Robledo, antes del Polo ahora de Dignidad, Juan Fernando Cristo, con un movimiento llamado En Marcha, y Juan Manuel Galán, quien recientemente recuperó la personería del partido de su papá, el Nuevo Liberalismo.

Humberto de la Calle también está en la Coalición, pero no aspirará a la presidencia. En cambio, según dijeron varias personas de este grupo, esperan que encabece la lista al Senado, aunque aún no ha aceptado. Esta no es la única incertidumbre.

Aún no es claro si en la coalición participará la Alianza Verde, hoy la bancada de oposición más grande, que tiene una estructura fuerte en las regiones. Los verdes siguen aún divididos entre quedarse en la coalición de centro o irse con Gustavo Petro. Por otro lado, el Nuevo Liberalismo, la marca más importante dentro de la coalición, sigue sin personería jurídica, y el fallo de la Corte Constitucional que lo revivió no ha sido publicado.

Aún así, hace dos semanas la Coalición de la Esperanza lanzó una plataforma para postulaciones a Senado y Cámara, y han recibido unas 300 solicitudes. “Vamos bien”, dice Cristo. “Apenas estamos empezando y tenemos hasta el 13 de diciembre para armar un buen grupo”, añade Robledo.

De los 300 que han alzado la mano, algunos estuvieron en el recorrido en el Rosario. Hay algunos apellidos conocidos, deportistas, influenciadores, e integrantes de equipos políticos que ya se han hecho contar.

Pero los asuntos no resueltos pesan sobre la conformación de esas listas conjuntas que, además de garantizar representación de la Coalición en el Congreso, debe servir para mover votos en la consulta de precandidatos de centro en marzo.

Sin los dos vehículos más pesados

El Verde no ha entrado oficialmente a esa lista conjunta porque está a la espera de que salgan los resultados de unas encuestas que hicieron entre sus bases para tantear el terreno entre irse a la izquierda o el centro.

“La cosa más complicada es con los Verdes”, resume Cristo.

Su llegada es importante en términos de estructura. Además de la bancada de 10 congresistas, tiene las alcaldías de Bogotá, Cali y Manizales, y una base de unos 1.400 diputados, concejales y ediles.

Hace unos días varios de esos congresistas verdes le propusieron a los directivos del partido hacer parte de las listas conjuntas de Senado y Cámara con los demás movimientos de la Coalición. Pero, con la condición de dejar en libertad el tema presidencial. 

Una condición que no convence a los de la Coalición. “Sería absurdo hacer alianzas para Congreso con los verdes si ellos están con Petro”, le dijo a La Silla un integrante de la Coalición a condición de no ser citado para no cortar las relaciones con ellos.

“La decisión de estar con la Coalición de la Esperanza ya habían tomado en marzo. Pero que un grupo pequeño ha querido frenar y toca esperar a que definan si sí o no”, comenta el senador Robledo.

Para el Verde también es clave hacer alianzas para mantener su personería jurídica en el 2022, porque arranca con el déficit de los 500 mil votos que puso Antanas Mockus en 2018 y que ya no van a estar.

La Silla supo que este viernes al interior de la Alianza Verde empezaron a discutirse los resultados de esas encuestas. Pero solo serán públicas cuando estén consolidadas.

La pieza del Nuevo Liberalismo es más compleja de conseguir.

Ese movimiento, que tiene silla en la Coalición con Juan Manuel Galán, aún no ha terminado de revivir jurídicamente. Aunque en agosto la Corte Constitucional sacó el fallo que le devuelve la personería jurídica, no ha entrado en vigencia porque no se le ha notificado al Consejo Nacional Electoral, CNE, que es el que debe cumplir el trámite.

“Todas las semanas nos levantamos expectantes a que se notifique el fallo, pero nos dicen que por temas procesales de redacción del fallo y las firmas de los magistrados no ha salido”, dice Juan Manuel Galán.

Entre las cuentas de algunos dirigentes del Nuevo Liberalismo está que el fallo se notifique antes de finalizar octubre. El lío es que las inscripciones al Congreso arrancan el 13 de noviembre.

Lo que temen es que los tiempos no alcancen, puntualmente por el trámite en el CNE, porque antes de que el caso llegara a la Corte, esa entidad había negado dos veces la solicitud de los Galán de revivir la personería jurídica.

Y aún si los tiempos se dieran, tampoco está claro que haya unanimidad alrededor de que el Nuevo Liberalismo entre en las listas conjuntas de la Coalición.

Por un lado, porque esa decisión debe ser consultada y deliberada en una asamblea del partido, y por otra porque hay dudas con los alcances del fallo sobre si el Nuevo Liberalismo está obligado o no a cumplir con el umbral de votos en 2022 para mantener la personería jurídica.

Eso es clave para tomar la decisión, porque ante el corto tiempo que hay para rearmar el partido para las elecciones, la Corte puede dar un margen de transición y decir que el requisito del umbral (3 por ciento de los votos a Senado), se aplique desde 2026.

Así tendrían libertad para medirse solos, sin la necesidad de juntarse con otros partidos como los que están en la Coalición para superar ese umbral.

En medio de esas incertidumbres, por ahora la Coalición cuenta fijo con los avales de Dignidad, de Robledo, la Alianza Social Independiente, ASI, que aunque tiene personería no tiene ningún senador vigente (expulsaron a Jonathan ‘Manguito’ Tamayo) y el movimiento afro Colombia Renaciente.

“Si no se da lo de los Verdes ni el Nuevo Liberalismo igual la lista se mantiene. Es la lista de la Coalición de la Esperanza y de los que se sienten representados ahí”, comenta Cristo.

Mientras se despeja el panorama, cada uno de los movimientos de la Coalición se ha puesto en la tarea de conseguir candidatos.

El mecanismo y los que ya se lanzaron

En dos semanas se cerrará la convocatoria de la Coalición de la Esperanza para recibir postulaciones. Después, un comité de ética se encargará de revisar los perfiles y definir quién puede entrar.

La idea es que la exsenadora Ingrith Betancourt lidere ese proceso. Con eso la excandidata presidencial asumiría un rol importante en la Coalición y dará el mensaje de que será un proceso transparente e incluyente.

Ese filtro va a ser clave para organizar los cuadros de las listas en las regiones para las cámaras y escoger la cabeza de la lista al Senado, que es la de representación nacional. Por ahora está acordado que la del Senado será abierta y no cerrada como la del Pacto Histórico.

Entre los precandidatos presidenciales de la Coalición está sembrada la posibilidad de que De la Calle sea la cabeza de lista, porque lo ven como el articulador de la Coalición y la cara visible del Acuerdo de Paz, que es una de las banderas de la Coalición.

Consultado sobre esa posibilidad, De la Calle le dijo hace unos días a La Silla que no estaba interesado. Sin embargo, dentro de la Coalición no lo descartan

“Lo estamos convenciendo de que lo haga”, dice Galán. “De la Calle tiene la oferta de todos nosotros, hasta ahora no se ha animado, estamos esperando a que se anime. No me atrevo a decir que ya lo descartó, porque de pronto sí se anima”, comenta Cristo.

De la Calle regresa esta semana de España, donde está dictando clases, y no ha dicho cuándo debe retornar esa labor. Algunos en la Coalición ven eso como un gesto de querer estar metido en la campaña, no solo como consultor sino cómo candidato.

Pero si no es él, también están buscando que Betancourt se anime. Otra posibilidad es el exalcalde de Bogotá, Lucho Garzón. “Es una decisión en la que no hay afanes. Todo se puede definir el 13 de diciembre a última hora”, sostiene Robledo.

Aún sin cabeza, ya hay candidatos en el partidor para Senado y Cámara. Mezclan figuras de opinión, con dirigentes con trayectoria que han hecho política tradicional. Un hecho que se menciona poco por dentro, sobre todo, luego de cerrar filas en contra de Alejandro Gaviria, por el apoyo que éste ha recibido del partido Liberal y de César Gaviria. 

Hasta ahora estos son algunos nombres propuestos por cada movimiento:

En marcha de Cristo tiene en el partidor a:

  • Guido Echeverry, exgobernador de Caldas.
  • Griselda Restrepo, exministra de Trabajo.
  • Miguel Samper, exdirector de la Agencia Nacional de Tierras, hijo de Ernesto Samper.
  • Luis Emil Sanabria, exdirector de Redepaz.
  • Norma Vera, investigadora y exsecretaria del Interior del Magdalena.
  • Jaime Hernández Amín, excandidato a la Alcaldía de Cartagena.
  • Hada Marlén Alfonso Piñeros, presidenta del Consejo Nacional de Planeación.

El Nuevo Liberalismo de Juan Manuel Galán:

  • Angélica Martínez, politóloga y coordinadora de la campaña de Carlos Fernando Galán a la Alcaldía de Bogotá en 2018.
  • Carlos Eduardo Géchem, exdirector de la Agencia de Desarrollo Rural, e hijo del exsenador Jorge Eduardo Géchem.
  • Bernardo Ordóñez, exconcejal de Bogotá por el Nuevo Liberalismo.
  • Víctor Hugo Peña, exciclista profesional y comentarista deportivo.
  • Alejandra Izquierdo, líder arhuaca.
  • Laura Agudelo, influencer más conocida como @pesadademoda
  • Yerly Mozo, ingeniera civil y líder animalista.
  • Fernando Posada, politólogo y columnista de opinión.
  • Germán Ricaurte, economista y excandidato al Concejo de Bogotá.
Germán Ricaurte, Yerly Mozo, Juan Manuel Galán, Angélica Martínez y Carlos Géchem

Dignidad de Robledo:

  • Jorge Gómez, quien quiere dar el salto de la Cámara de Antioquia al Senado. Irá en llave con Víctor Correa, quien ya fue representante y candidato a la Alcaldía de Medellín.

  • Ana María Lleras, consultora con experiencia en Proexport, el Comité Nacional de Cafeteros y otras entidades nacionales. Es nieta del expresidente Carlos Lleras Restrepo. 

  • Jennifer Pedroza, líder estudiantil que buscará la Cámara de Bogotá.

  • Álvaro Portilla, un médico cirujano de Cesar.

  • Leonidas Gómez, un reconocido empresario del turismo, quien fue Senador en 2018 y renunció para lanzarse a la Gobernación de Santander.

Robledo y sus bases de Dignidad en Bogotá

Otros candidatos al Congreso que se están acercando a la Coalición son Fernando Rojas, politólogo e integrante del equipo político del exconcejal Juan Carlos Florez, y Camilo Enriquez, profesional en finanzas y coordinador de Compromiso Ciudadano en Bogotá. 

Soy el periodista que cubre el Congreso. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Surcolombiana. Antes hice parte de La Silla Sur. En 2020 gané el premio de periodismo Reynaldo Matiz y en 2021, 2022 y 2023 el premio Carlos Salamanca a mejor investigación. Escríbame al jortiz@lasillavacia.com

Soy periodista audiovisual de La Silla Vacía, en donde realizo y produzco contenidos para redes sociales, especialmente videos, fotografías, guiones, infografías y documentales. Estudié Periodismo y Opinión Publica junto con Antropología en la Universidad del Rosario, y actualmente hago un diplomado...