Álvaro Uribe, expresidente de Colombia, y Andrés Julián Rendón, gobernador electo de Antioquia por el Centro Democrático. Foto: Cortesía

Andrés Julián Rendón, el gobernador electo de Antioquia, no gozaba de simpatía plena en las filas del Centro Democrático. El arranque de la campaña regional lo evidenció, pues para entonces las bases del partido del expresidente Álvaro Uribe estaban divididas entre Rendón y el oficialista Luis Fernando Suárez. El nuevo gobernador apostó incluso por la recolección de firmas y eso resultó en un jalón de orejas por parte de algunos miembros del partido. Pero el triunfo en casa apaciguó las aguas y le concedió a Rendón un estatus de “general”. 

Ahora, a poco menos de un mes de posesionarse, el exalcalde de Rionegro apuesta por revivir la fórmula clásica del uribismo, los tres huevitos: confianza inversionista, cohesión social y seguridad. “Los anuncios de reforma burocrática y el estilo administrativo que Rendón propone lo acercan mucho al Uribe de 2002. Es un uribismo 1.0, pero con matices”, dice el analista político Felipe Nieto. Y en esto coinciden varias fuentes del círculo primario de Rendón. 

Aunque el gobernador electo les pidió a sus subordinados no hablar con la prensa luego de que su propuesta de suprimir algunas secretarías levantara una polvareda en el establecimiento regional, una fuente designada para el empalme comparó los “huevitos” del expresidente con las líneas rectoras que se se ha trazado el nuevo gobernador: austeridad, política social y mano dura. 

“La seguridad democrática será su principal apuesta”, dice una fuente de la entraña del uribismo en Antioquia, que fue delegada para el empalme y pide la reserva debido a la orientación de Rendón. Y agrega: “El gobernador piensa igual que Uribe respecto al ‘emprendedurismo estatal’: prefiere que la iniciativa privada fluya y que el Estado solo haga fomento y acompañamiento”. 

Primero, un apretón a la chequera 

Este lunes cerró el proceso de empalme entre Aníbal Gaviria y Rendón. El trámite, contrario a lo que ocurre en Medellín con Federico Gutiérrez y Daniel Quintero, fue fluido y cortés. Desde Plaza Mayor, el principal centro de eventos de la capital paisa, los gobernadores entrante y saliente firmaron el acta que dio por terminado el proceso. 

“Fue un espacio de una hora. Muy preciso. Hablaron los equipos de cada parte, Gaviria y Rendón, quien cerró proponiendo una consejería de ex gobernadores para recibir recomendaciones durante su gobierno. Algo similar  al consejo de expresidentes que funcionó en Estados Unidos hasta la llegada de Trump”, dice una fuente que estuvo en el evento, pero que no es portavoz. Aunque en el espacio se hicieron pocas acotaciones respecto al estado de cosas en la región, fue justo el empalme el que develó los primeros rasgos del Rendón gobernador.

Hace un par de semanas, el uribista dio a conocer la que será una de sus obsesiones como gobernador. Rendón habló de una reforma administrativa urgente porque, según dijo, encontró un gasto de funcionamiento exagerado, soportado en burocracia. Como parte de la solución, propuso adelgazar la planta de oficinistas del Estado, además de restarles autonomía a varios despachos. Pero el anuncio no cayó del todo bien, porque el gobernador electo se refirió a recortes en carteras que manejan políticas sensibles.

Una de las que se pronunció en contra de la medida fue Natalia Velásquez, actual secretaria de las Mujeres de Antioquia. “Suprimir o fusionar este despacho sería un retroceso en términos de la arquitectura institucional y la capacidad para acompañar a las mujeres”, sostuvo la funcionaria. Y en un tono similar se pronunció el diputado Camilo Calle, quien interpreta un posible recorte en la cartera de Ambiente como un retroceso en la lucha contra la crisis climática que aqueja a buena parte de la región. 

Y aunque Rendón luego dijo haber sido malinterpretado, dejó claro que el adelgazamiento de la estructura administrativa será su primera apuesta una vez llegue a La Alpujarra. La medida, como precisa el analista Nieto, rememora los inicios de Uribe como gobernador de Antioquia, en 1995, y luego su primer periodo como presidente, en 2002, cuando fusionó cuatro ministerios en dos: el de Interior con Justicia y el de Salud con Trabajo. 

En esta lectura coincide el representante a la Cámara por el Centro Democrático Juan Espinal, quien dice que la austeridad fue uno de los pilares del proyecto del expresidente Uribe y que además encabeza las apuestas ideológicas del partido. “Siempre hemos defendido el Estado pequeño y austero. Ese ha sido un principio clave del expresidente. Y Andrés Julián ha enviado el mismo mensaje”, dice el congresista, quien precisa que tras la victoria han tenido lugar tres encuentros entre el gobernador electo, el expresidente Uribe y los integrantes de la bancada antioqueña en el Congreso. 

La última reunión fue en la Central Mayorista de Antioquia, el más importante centro de abastos de la región, y allí se vio el primer símbolo de austeridad según el representante. Por qué, ¿no hubo almuerzo a manteles? “Sí, comimos, pero fue algo tranquilo y ligero. ¡Nada de protocolo o posta cartagenera! Eso fue un solomillo salteado con arroz”, dice en tono jocoso el congresista, evocando la reunión que sostuvo en días pasados el presidente Gustavo Petro con los cacaos en Cartagena. 

Volver a los viejos valores

La receta con la que Rendón busca reeditar el uribismo desde Antioquia tiene otros ingredientes. 

Alfredo Ramos, concejal de Medellín e hijo del exgobernador Luis Alfredo Ramos, de quien Rendón fue secretario de Gobierno (2008-2012), dice que la propuesta que prepara el gobernador electo se cimienta en tres frentes: frugalidad, austeridad e innovaciones de recaudo para fortalecer las capacidades del Departamento. Pero además de reducir gastos de funcionamiento, una de las preocupaciones de Rendón es la política de seguridad. Su enfoque, dice Ramos, no será solo preventivo, estilo por el que apostó Gaviria.

El propósito de Rendón es reforzar la presencia de las fuerzas militares en los territorios sometidos a la minería ilegal, el microtráfico y el alza de homicidios. Justo en subregiones donde fue derrotado por Luis Pérez: Bajo Cauca, Nordeste, Magdalena Medio y Urabá. “Una de sus primeras órdenes será tumbar todas las plazas de vicio que hoy operan en el departamento”, dice Ramos, quien lideró la comisión de seguridad durante el empalme. 

El otro delegado para este proceso, que pidió la reserva tras el pedido de silencio del gobernador electo, dice que se impulsará una “una seguridad democrática, sin titubeos, pero con política social”. La máxima revive la fórmula en la que cabalgó el expresidente Uribe, quien le dio protagonismo al garrote, a través del respaldo a las fuerzas militares, pero también apostó por la zanahoria, con política social y descentralización estatal. 

“Su política será similar, porque quiere recuperar la tranquilidad perdida en las regiones por las decisiones del gobierno Petro”, dice la fuente del empalme. “La idea es garantizar de nuevo la protección de la vida, la libertad y la propiedad. Andrés Julián apostará por desmantelar la criminalidad fortaleciendo a la policía y a las fuerzas militares, y trabajando en conjunto con la Fiscalía”, agrega la fuente, quien ve en Rendón a un líder de la “resistencia civil” a Petro desde las regiones. 

Y es que hay que recordar que el gobernador electo supo capitalizar el discurso antiPetro durante la campaña, dejando claro que una de sus diferencias con el mandatario nacional tiene que ver con la paz total. Justo el día de su triunfo, en la clausura de la campaña, Rendón insistió en su malestar: “Porque los antioqueños”, dijo entonces, “solo nos arrodillamos ante Dios”. Su tono se ha moderado, pero la fuente de la entraña del uribismo insiste en que este será el principal pulso entre el gobernador y el presidente.  

Al discurso de seguridad se suma el de inversión y política social. Otra preocupación del gobernador tiene que ver con el hambre. Su idea es invertir cerca de $500 mil millones del impuesto vehicular en la nutrición de los más vulnerables. “Y eliminar tanto contratista: él prefiere un modelo en el que se contrate con las mismas comunidades”, dice Ramos.

Entre los otros temas neurálgicos se cuentan la inversión en los sectores educativo y de salud, luego de la intervención de la EPS Savia Salud por parte de la Nación; la delegación que le confiere al departamento autonomía minera (a punto de vencer); y la gestión de la plata para terminar el Túnel del Toyo y las obras faltantes en las vías 4G. 

Un consejero ad honorem 

—¿Y el nuevo gobernador habla mucho con el expresidente?

—Sí, yo he sido intermediario de esas conversaciones —dice la fuente de la entraña del uribismo—. El expresidente será una especie de consejero ad honorem. 

Esa consejería, sin embargo, no significa que el de Rendón será un gobierno de partido. Dice Horacio Arroyave, director del Centro Democrático en Antioquia, que “la colectividad ha sido y será muy respetuosa de las decisiones del gobernador”. Y en el mismo tono se pronuncia el representante Espinal, quien aclara que ningún diputado o congresista le ha pedido juego a Rendón en el gobierno. “Él ha hecho los nombramientos de manera muy tranquila e independiente, y en el partido encontrará todo el respaldo”, dice el congresista. 

El gobernador electo ha cantado varios nombres de su gabinete. Y en esto también coincide con las versiones tempranas de Uribe. Todo apunta a un gobierno de coalición, con conservadores como la nueva secretaria de Salud, Marta Ramírez, y liberales como el recién designado secretario de Hacienda, Eugenio Prieto. Por ahora, de la entraña del partido, solo se cuenta a Luis Fernando Begué, gerente financiero de la campaña de Rendón y quien asumirá como director del Instituto de Deportes de Antioquia.

“Este gobernador va a ser de los que les da contentillo a todos”, dice el diputado liberal Andrés Mesa. “Pero lo veo haciendo un gobierno más cercano al estilo de Alfredo Ramos que al de Álvaro Uribe, porque se ha moderado un poco en el discurso frente al gobierno nacional y está nombrando un gabinete pluralista”, agrega Mesa, uno de los pocos políticos de la región que no niega su predilección por Petro. 

Lo cierto, insisten el representante espinal y el senador Andrés Guerra, uno de los que llamó al orden a Rendón cuando no aceptó el apoyo temprano del partido, es que el expresidente no dará línea para armar el gobierno (a Uribe los nombramientos le han importado muy poco). “La relación con el expresidente es perfecta y también con ‘Fico’, con quien trabajará de la mano”, agrega Guerra. “Y en el caso mío, solo fueron unas observaciones de campaña con criterio y madurez. Con su victoria, Andrés Julián se convirtió en un general del partido y nosotros lo respaldaremos”.

Con esta receta, y con el mensaje de una posesión desde Cisneros, un pueblo del Nordeste del departamento, Rendón intentará conquistar la Antioquia donde perdió el uribismo. “Tendrá que demostrar su condición y capacidad para acercarse a las seis subregiones donde ganó Luis Pérez”, dice el senador. Mientras que la fuente de la entraña del uribismo sentencia: “Ojalá repitiéramos todos los elementos de la gobernación de Uribe. Su gestión lo catapultó y le permitió ganar la Presidencia en primera vuelta”.

Periodista y casi politólogo. Trabajé en El Colombiano y con una crónica gané el premio Simón Bolívar en 2023. Ahora soy el corresponsal de La Silla Vacía en Antioquia. Escríbame al correo ehenao@lasillavacia.com