De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Andrés Preciado, Catalina Miranda, Paula Cobo y Sergio Urán.
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Andrés Preciado, Catalina Miranda, Paula Cobo y Sergio Urán.

Esta columna fue escrita en coautoría con Catalina Miranda, Paula Tobo y Sergio Urán.

Tres de los tableros de negociación que hacen parte de la paz total de este gobierno buscan abordar la violencia organizada en entornos urbanos. Son las mesas de diálogo socio-jurídico en el Valle de Aburrá, Buenaventura y Quibdó. 

Hasta ahora, las tres mesas parecen orbitar únicamente alrededor de extender las treguas entre bandas y de no dejar morir el diálogo. Aún no hay una oferta jurídica para sus miembros, pues no está tramitándose una nueva ley de sometimiento en el Congreso.

El gobierno ha defendido insistentemente que los esfuerzos de la paz urbana han dado sus frutos en materia de seguridad. El caso de Buenaventura es emblemático: el descenso de homicidios es la insignia de esa mesa, que cuenta con una tregua de un año y ocho meses, tiempo en el que las bandas cesaron sus enfrentamientos y levantaron las fronteras invisibles. 

En la Fundación Ideas para la Paz (FIP) analizamos los datos para corroborar los efectos de la paz urbana en el comportamiento de los delitos y en las acciones de la Fuerza Pública, teniendo en cuenta que las tres mesas son diferentes y tienen puntos de partida distintos. Hemos tomado en cuenta lo que ocurrió antes y después de las treguas pactadas, y periodos de tiempo iguales entre el antes y el después para cada tregua.

Concluimos que la paz urbana ha tenido efectos positivos sobre los homicidios, pero no sobre otros delitos y las operaciones de la fuerza pública se mantienen.

Homicidios: cambios significativos en Buenaventura y Quibdó

Datos analizados

Dpto.MunicipioFecha treguaDías AntesDespués
AntioquiaAmva1/9/20226063/1/20211/9/20222/9/202230/04/2024
ChocóQuibdó16/12/20225003/8/202116/12/202217/12/202230/04/2024
ValleB/ventura20/9/202257926/2/202120/9/202221/9/202230/04/2024
Municipios Amva: (Barbosa, Bello, Caldas, Copacabana, Envigado, Girardota, Itagüí, La Estrella, Medellín, Sabaneta)

Gráfico 1. Homicidios antes y después de las treguas

Las treguas sí parecen haber provocado un cambio significativo en el comportamiento de los homicidios en Buenaventura y Quibdó, en donde la disminución fue de 32% y 35%, respectivamente. Es importante anotar que en ambas ciudades —a diferencia del Valle de Aburrá— antes de la tregua había una violenta disputa entre bandas. Los homicidios tienen una fuerte relación con esa disputa. Por otro lado está el Valle de Aburrá, donde la disminución fue del 8%.

Gráfico 2. Homicidios en Buenaventura

En el caso de Buenaventura hubo un descenso de los homicidios desde que se pactó la tregua, en septiembre de 2022 hasta abril de 2023, cuando las tensiones entre las bandas regresaron por problemas de comunicación entre ellas y una serie de atentados contra sus líderes. En medio de esa crisis, se instaló la mesa de negociación y se reafirmó la tregua, lo que volvió a apaciguar el ambiente.

A la baja de los homicidios se suman otras dinámicas positivas que son más difíciles de medir, como el relajamiento de las fronteras invisibles y la disminución de enfrentamientos armados entre las bandas.

Gráfico 3. Homicidios en Quibdó

La situación de Quibdó es similar, aunque no tan estable. Mientras que la tregua, que se inició en diciembre de 2022, parece haber provocado un descenso de los homicidios —aunque hubo dos picos en marzo y julio de 2023—, es la instalación de la mesa la que parece haber reafirmado la tendencia a la disminución. Sin embargo, desde abril de 2024 hay alerta por un aumento de los homicidios.

Gráfico 4. Homicidios en el Valle de Aburrá

En el Valle de Aburrá no hay nada concluyente, ya que los homicidios no han variado sustancialmente. Una tregua en un lugar sin disputas difícilmente tendrá efectos significativos en este delito, además porque en la mesa están sentados todos los miembros de La Oficina, un grupo sin opositores o enemigos de consideración en los diez municipios incluidos en este análisis.

Los datos municipales muestran tendencias dispares, de las cuales se podría inferir que la paz urbana no es el criterio principal que influye en estas. Por ejemplo, el aumento de homicidios en Girardota (142%), Caldas (41%) y Envigado (40%); y las disminuciones en Sabaneta (63%), La Estrella (59%) e Itagüí (45%). Sin embargo, en el agregado de casos, es la disminución de Medellín la que más aporta al descenso general del conjunto de municipios.

Las extorsiones: solo disminuyeron en Buenaventura

Gráfico 5. Extorsiones antes y después de las treguas

En contraste con el homicidio, la paz urbana no parece tener efectos positivos contundentes en la extorsión. Tampoco se esperaba una disminución en este delito, pues los compromisos que adquirieron las bandas con las treguas no involucraron sus actividades de financiación y otras acciones, más allá del homicidio, que afectan a la población civil.

En el Valle de Aburrá aumentaron los casos en un 68%. Pese a que allí todos los municipios presentaron aumentos, repuntan Sabaneta (143%), Girardota (116%) y Bello (99%). El aumento en Medellín fue del 61%. En el otro extremo está Buenaventura, donde los datos parecen contradecir la percepción. Mientras que las cifras arrojan un 38% de disminución, los habitantes han denunciado que esta práctica continúa y que, en algunos casos, se ha vuelto más intensa. En Quibdó, con una disminución del 9%, no parece haber efectos similares a los del homicidio.

Gráfico 6. Extorsiones en el Valle de Aburrá

El caso del Valle de Aburrá es interesante cuando se analiza lo que ha ocurrido tras la instalación de la mesa de negociación. Al comparar los periodos anteriores y posteriores a su arranque, en junio del 2023, hubo una disminución del 23%. Esto muestra que los combos tienen un control más directo sobre este delito y que, el avance o las demoras en la negociación influyen en cómo se da el fenómeno. Hay que tener en cuenta, como ya se dijo, que la extorsión no es necesariamente un tema en la mesa de cara a su desmantelamiento o erradicación.

En Quibdó tampoco hay una conclusión sólida: las extorsiones parecen tener variaciones fuertes mes a mes. Como sucede en Buenaventura, también hay un subregistro importante. En el último mes, las autoridades locales han alertado por el aumento de la extorsión y otras violencias asociadas.

Los hurtos no tienen variaciones asociadas a la paz urbana

El hurto a personas solo tuvo una variación significativa en el Valle de Aburrá, donde aumentó en un 18%, aunque no parece tener relación con la mesa de diálogos. Sin embargo, desde enero de este año se ha presentado una disminución. Las subidas más notorias son en Medellín (23%), Caldas (18%) y Bello (10%). En Quibdó y Buenaventura las disminuciones fueron del 8% y 7%, respectivamente. 

La Fuerza Pública mantiene los operativos contra las bandas

Gráfico 7. Capturas antes y después de la tregua

En las tres ciudades hubo un aumento en las capturas. A diferencia de los ceses al fuego con grupos como el ELN y el EMC, las treguas pactadas en escenarios urbanos no incluyen compromisos para la Fuerza Pública; es decir, son solo compromisos entre las bandas. Por ese motivo, los operativos contra estas estructuras han continuado con relativa normalidad. Recientemente fue capturado alias “Rayo”, líder de la banda “La Terraza” en Medellín.

Aunque, en general, los resultados en materia de homicidios pueden ser destacables, el tiempo corre en contra de las treguas y las hace más frágiles mientras no se tenga una ley de sometimiento colectivo que soporte los diálogos con las bandas. Esto significa que cada vez será más difícil mantener treguas y acuerdos que no se soporten en avances de negociación. El desencanto de las bandas por futuros incumplimientos del Gobierno y la ruptura de las mesas puede llevar a que lo ganado en reducción de homicidios se pierda pronto por cuenta de nuevas disputas y guerras.

Catalina Miranda

Internacionalista de la Universidad del Rosario. En la actualidad cursa la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad de los Andes.

Paula Tobo

Profesional en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada.

Sergio Urán

Ingeniero de Sistemas, especialista en Sistemas de Información Geográfica y Magister en Procesos Urbanos y Ambientales.

Politólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. Magíster en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad EAFIT. En materia de seguridad ha trabajado en el sector público en la Secretaría de Seguridad y Convivencia de la Alcaldía de Medellín como subsecretario operativo de...