Diego Laserna, exconcejal de Bogotá con maestría en planeación urbana de MIT.
Diego Laserna, exconcejal de Bogotá con maestría en planeación urbana de MIT.

Ahora que el nivel de los embalses viene aumentando y que parece que no vamos a tener un racionamiento peor es hora de que empecemos a cuestionar la historia oficial según la cual Bogotá se quedó sin agua porque llovió menos y paila, tocó racionar.

Primero, porque a estas alturas a nadie lo debería sorprender que haya temporadas donde llueve sustancialmente menos. El cambio climático es uno de los temas más reiterativos de la agenda pública a nivel mundial y una de sus principales manifestaciones son sequías más intensas. Bogotá, como todo el mundo, debería prepararse.

Y la pregunta clave es esa ¿hemos hecho lo posible para prepararnos para que la ciudad no se vaya a quedar sin agua aun si llueve menos?

La respuesta es un contundente NO.

Desde 2013, el Acueducto contrató con la empresa Ingetec el desarrollo de un Plan Maestro de Abastecimiento de agua para Bogotá, que entre otras cosas calculaba cuánta agua la ciudad iba a necesitar en el futuro y qué tocaba hacer para garantizar que la ciudad tuviera acceso a esa cantidad de agua.

En 2017 yo le hice unas preguntas sencillas al acueducto y la respuesta que me dieron basados en el plan me aterró.

  1. ¿Cuánta oferta de agua tiene Bogotá hoy?
  2. ¿Si Bogotá no aumenta la oferta de agua actual, hasta cuando puede cubrir todas sus necesidades?

La respuesta del Acueducto fue inesperadamente sincera. Bogotá tenía en ese momento 16.9m3/s de oferta y si no la aumentaba, según las proyecciones del plan a partir 2019 no habría suficiente agua para atender todas las necesidades de la ciudad. Había algunos proyectos planeados o en ejecución para aumentar la oferta de agua pero no parecía haber mucha urgencia al respecto. Me pareció tan grave esa situación que escribí un artículo en La Silla Vacía que pueden leer acá.

Respuesta Derecho de Petición 2017

Evidentemente, Bogotá no se quedó sin agua en 2019 básicamente porque el Plan de Abastecimiento estimó que para ese año (y los siguientes) íbamos a demandar más agua de la que consumimos en la práctica.

Pero, mientras tanto ¿qué pasó con los proyectos que se supone que iban a aumentar la oferta de agua en la ciudad?

Este era el cronograma de entrada de esos proyectos que planteó el Plan de Abastecimiento:

Plan de Abstecimiento de Agua de Bogota. Proyectos de optimización
Cronograma de entrada de proyectos de optimización según el Plan Maestro de Abastecimiento

Para el momento de publicación de este artículo, en mayo de 2024, según el propio Acueducto, ni el proyecto de la Planta Wiesner, ni el de Tibitoc, ni el del Río Blanco, ni el de Regadera-Vitelma han sido entregados en su totalidad y, por lo tanto, la oferta de agua en la ciudad está apenas sobre 17,67m3/s cuando debería ser de 21m3/s.

Si uno coge la gráfica anterior y mira según el Plan, hasta cuando nos deberían haber alcanzado los 17,67m3/s que tenemos actualmente (y pido perdón por mis limitadas capacidades de diseñador), da que la oferta y la demanda deberían haberse igualado en 2021.

Hasta cuando debería haber sido suficiente la oferta actual de agua en Bogotá

En otras palabras, lo sorprendente no es que nos hayamos quedado sin agua, sino que no nos hayamos quedado sin agua antes. Y pues si llueve menos, peor. La única razón por la que no hemos tenido racionamientos más severos y reiterados parece ser porque la ciudad consume menos agua de la que estimó el Plan (y no he visto una buena explicación de cómo logramos eso o si es pura chiripa).

Finalmente, la alcaldía ha sido muy reiterativa sobre cómo debemos bañarnos para ahorrar agua, pero no ha dicho mayor cosa sobre cómo nos vamos a preparar para que el próximo año no volvamos a tener racionamiento, o el siguiente.

Según el Plan, en 2032 debería entrar en operación el primer proyecto de expansión, que es Chingaza Sureste. La Secretaria de Ambiente ha dicho que no le suena hacerlo. Está bien, hay unos argumentos legítimos. Pero ¿cuál es la alternativa? ¿Cuánto podemos reducir el consumo de manera sostenida? ¿Cómo lo vamos a hacer? Algo hay que hacer para conseguir el agua que necesitamos en el futuro, por lo menos mientras promovemos hábitos más sostenibles de consumo, y eso no se soluciona de la noche a la mañana. ¿Qué vamos a hacer para no volver a echarle la culpa el día de mañana a la lluvia por nuestra falta de planeación?

Diego Laserna es feliz viendo a la gente hacer aerobicos en la ciclovía y cuando puede disfrutar el brillo de la gramilla del Campin por las noches. Estudió Ciencia Política y Economía en Columbia y una Maestría en Planeación Urbana en MIT. En 2012 junto con otros compañeros arrancó Combo2600,...