Mauricio Lizcano sentado

Mauricio Lizcano fue designado como ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en mayo de 2023, entró al gobierno Petro como director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), cargo del que salió por un pulso con Laura Sarabia.  

Nació en Medellín el 12 de agosto de 1976. Es abogado de la Universidad del Rosario, especialista en Gerencia, Gobierno y Asuntos Públicos de la Universidad Externado de Colombia y magíster de Política Pública en MPA de la Universidad de Harvard. 

Fue el presidente del Senado más joven de la historia reciente de Colombia. Llegó al cargo con 39 años y una carrera política hecha a punta de saltos de garrocha, tras convertir su historia de víctima de las Farc en un activo político.

El 5 de agosto de 2000, las extintas Farc-EP secuestraron a su papá, el congresista Óscar Tulio Lizcano, mientras inauguraba una cancha en Riosucio, Caldas. Ese secuestro marcó el inició de la vida política de Lizcano.

Óscar Tulio hizo parte de los 58 secuestrados “canjeables” de las Farc-EP. Duró secuestrado ocho años, hasta que escapó de sus captores el 26 de octubre de 2008. Con 24 años, Mauricio Lizcano empezó una cruzada por la liberación su papá, viajó a El Caguán 16 veces durante la vigencia de la zona de distensión y en una de esas visitas adquirió hepatitis.

Visitó medios de comunicación, participó en Las Voces del Secuestro de Caracol Radio, promovió el acuerdo humanitario, convocó marchas, foros en Manizales y en Neiva. Se reunió con Álvaro Leyva en Costa Rica para buscar un interlocutor con las Farc-EP. 

Cuando su papá llevaba cinco años secuestrado, Lizcano decidió dar un paso al costado, dejar esa batalla en manos de su mamá y saltar a la arena política.

Su primer paso en el sector público fue en la Secretaría de Tránsito de Manizales. Ahí trabajó del 2002 al 2003 de la mano del alcalde del momento Germán Cardona, exministro de transporte de Juan Manuel Santos.

Después de esta secretaría, Lizcano se acercó al entonces ministro del Interior de Álvaro Uribe, Fernando Londoño Hoyos. Trabajó como su asesor y con él en la campaña por el referendo reeleccionista de Uribe. En esa época, también fue asesor de la Ministra de Comunicaciones, Martha Pinto De Hart.

Lizcano conoció a Álvaro Uribe a través de Fernando Londoño. El expresidente fue un apoyo importante para la familia Lizcano durante el secuestro de Óscar Tulio y también en el secuestro de Juan Carlos Lizcano, el hermano menor de Mauricio Lizcano, en abril de 2006. El EPL lo secuestró en una pesca milagrosa en la vereda de Aguas Claras, en Risaralda. Gracias a los operativos apoyados por el presidente Uribe lograron la liberación.    

Fue Uribe el que le recomendó a Lizcano lanzarse a la Cámara a pesar de que nunca había hecho política y menos una campaña propia. Hasta ese momento, además de los anteriores, solo había tenido otros cargos públicos fugaces, como secretario general del Instituto Geográfico Agustín Codazzi —IGAC— y profesor en la Universidad Autónoma de Manizales.

Inició su carrera electoral en 2006 dentro del recién fundado partido de la U.

En ese momento en Caldas el partido estaba comandado por los que en su momento conformaron el Nuevo Partido. Era el grupo de Óscar Iván Zuluaga, Adriana Gutiérrez, Jaime Alonso Zuluaga, primo hermano de Óscar Iván, Luis Alfonso Hoyos y Carlos Felipe Mejía.

Lizcano, con la primera votación en la lista de La U, y Jaime Alonso Zuluaga resultaron elegidos para la Cámara. 

El impulso le sirvió para repetir la hazaña en 2010, cuando saltó a Senado con el triple de votos, a pesar de que cuando aún parecía lejana la campaña, Lizcano quedó envuelto por cuenta de un anónimo dentro del escándalo por parapolítica junto con otros tres congresistas del departamento, Adriana Gutiérrez, Dixon Tapasco y Emilio Enrique Ángel.

Los dos últimos fueron condenados. En cambio, la Corte Suprema de Justicia cerró la investigación que tenía en contra de Gutiérrez y Lizcano.

En mayo de 2015 la Corte reabrió la investigación para recibir declaraciones juramentadas de personas que podrían aportar evidencias al expediente. En 2017 la Corte cerró definitivamente esa investigación.  

Con la llegada del presidente Juan Manuel Santos en 2010 y su cambio de discurso frente a los postulados uribistas, el grupo político de La U que comandaba Óscar Iván Zuluaga y Adriana Gutiérrez en Caldas se partió en dos: Zuluaga y Gutiérrez pasaron a engrosar las filas del Centro Democrático creado en el año 2013 por Uribe. Mauricio Lizcano y Hernán Penagos permanecieron como los representantes de La U, ahora santista.

A pesar de la cercanía y la historia política al lado del expresidente Uribe, que además fue su padrino de matrimonio, Lizcano tomó la decisión de defender los objetivos del gobierno Santos. 

Con el aval de La U volvió a aspirar en el 2014, esta vez de la mano del senador antioqueño liberal, Luis Fernando Duque, el representante antioqueño a la Cámara, Juan Felipe Lemos y el presidente del Fondo Nacional del Ahorro, Augusto Posada. Esa alianza le sirvió para expandir sus fronteras fuera de Caldas y hacerse como el candidato de La U más votado en Antioquia para el Senado.

En esas elecciones, el nuevo presidente del Senado se vio involucrado en un escándalo luego de que se filtró una grabación en donde su coordinador de campaña, Jorge García, amenazaba a funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, de que “rodarían cabezas” si no daban su voto por Lizcano y a Adriana Marmolejo, su fórmula a la Cámara de Representantes. Además, les recordó que si recibían un salario era porque ese instituto era de Lizcano.

La Fiscalía por ese episodio le imputó cargos a García por el delito de constreñimiento electoral y remitió copias a la Corte Suprema de Justicia para que iniciara una investigación contra Lizcano y Moreno por presunta responsabilidad.

Su estructura política recibió varios golpes. Los candidatos que apoyó para la Alcaldía de Manizales y La Dorada se quemaron. Y el Gobernador de Caldas, Guido Echeverri, apoyado por él, fue suspendido provisionalmente por el Consejo de Estado.

Lizcano aspiró a la presidencia del Senado desde su posesión en 2014, entre los acuerdos de bancadas de la Unidad Nacional se había pactado que el cargo les correspondía el primer y tercer año. En 2014 se enfrentó con Armando Benedetti, que también quería ese puesto para él. A pesar de los encontrones al interior de La U por la presidencia del Senado Lizcano mantuvo el favor de su partido y del presidente Santos.

Con un respaldo fuerte dentro de su partido, y el guiño presidencial, llegó a la presidencia del senado en 2016, una presidencia que tiene la responsabilidad de sacar adelante la legislatura de la paz. En septiembre de 2017 anunció su apoyo a Vargas Lleras para las presidenciales de 2018, después de que el Partido de La U definió no tener candidato propio.

En 2017 la Procuraduría lo empezó a investigar para determinar si, por un lado, adquirió de manera irregular un predio en Risaralda, que estaba en proceso de restitución, y en un segundo caso, si pagó millonarias sumas de dinero para beneficiarse de actuaciones judiciales en la Corte Suprema de Justicia.

Este proceso involucra también al exsenador Martín Emilio Morales Diz, y a los representantes a la Cámara Nilton Córdoba Manyoma, Julio Eugenio Gallardo Archbold y Argenis Velásquez Ramírez.

El 21 de abril de 2021 anunció su renuncia al Partido de la U, aunque aclaró que iba a seguir en política.

Llegó al gobierno Petro en agosto de 2022 como director del Dapre, tras haber participado en el empalme del gobierno, tras haberse vinculado a la campaña por medio del primer ministror de Interior del gobierno, Alfonso Prada

Como secretario general de presidencia fue denunciado por una mujer anónima que habló en medios de que señaló a Lizcano de acoso sexual durante una entrevista laboral en 2016. En Presidencia, lidero una reforma que suprimió muchas de las altas consejerías y concentró poder en el Dapre, incluyendo varias funciones en la implementación del Acuerdo de Paz. En presidencia Lizcano también empezó a tener tensiones con Laura Sarabia, entonces secretaria privada de Petro.   

Su salida de Presidencia se dio como un enroque, y aterrizó como ministro TIC en abril de 2023. Desde ese ministerio se convirtió en un puente clave del gobierno con la bancada de La U, que apoyó varias reformas claves de Petro. Como ministro también impulsó la la subasta del espectro 5G, presentó la conocida Ley de Datos, con la cual espera impulsar el desarrollo tecnológico del país, especialmente en tema de Inteligencia Artificial (IA).