A esta hora el Partido Conservador está mostrando un argumento legal para justificar por qué aspira a la Primera Vicepresidencia de la Cámara. Por acuerdos políticos le corresponde a los de las curules de paz. Pero los godos montaron a Juan Camilo Cortés, elegido por la Liga Anticorrupción.

Cortés se apartó de ese movimiento, entre otras cosas, porque ha denunciado que Rodolfo Hernández, dueño de la Liga, no le quería pagar los gastos de reposición de votos a los que tenía derecho. Desde entonces se acercó al Partido Conservador y empezó a ser integrante de la bancada. Asiste a las reuniones y vota en conjunto con ellos. 

Juan Carlos Wills, representante godo, habló de un concepto jurídico del Consejo de Estado, y dijo que eso le da argumentos para que las curules de paz no asuman la Vicepresidencia. El argumento, según Wills, es que las curules de paz, con 16 sillas, representan una bancada grande. Y que Cortés, al ser elegido por un movimiento de firmas, es alguien que representa una minoría.

Juan Carlos Wills, representante del Conservador. Foto: La Silla Vacía.

Así las cosas, Andrés Felipe Jiménez, representante paisa del Conservador, postuló a Juan Manuel Cortés para la primera Vicepresidencia.

La vicepresidencia mostró una división goda. Porque Ape Cuello, otro representante azul, y diciendo que habla en nombre de “la mayoría conservadora”, postuló a esa misma vicepresidencia a Jorge Tovar, uno de los tres miembros de las curules de paz que aspiran por ese puesto.

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