Clara Inés Pardo, profesora Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.
Clara Inés Pardo, profesora Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.

Uno de los sectores que tiene mayor influencia en limitar el cambio climático es el energético; sector que debe reducir sus emisiones de dióxido de carbono y para lo que requiere de innovación, tecnología y políticas apropiadas que permitan lograr una descarbonización. Proceso que garantizaría sostenibilidad, protección ambiental, seguridad del suministro energético, estabilidad económica y aspectos sociales.

Se estima que el sector energético y de servicios públicos es el mayor contribuyente de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Al mismo tiempo, a medida que la electrificación se incrementa, la necesidad general de energía aumenta y algunos escenarios sugieren que para 2050 podría ser entre 2 y 2,5 veces mayor que en la actualidad. Además, las empresas de energía y servicios públicos necesitarán producir más energía y acelerar su ritmo de descarbonización. A medida que la industria avanza hacia el cero neto, es fundamental comprender y monitorear el desempeño de las diversas fuentes de energía, redes y clientes para poder analizar opciones de eficiencia energética, reducción de emisiones y estrategias de descarbonización. Algunos de los principales retos de la descarbonización del sector energético son:

Medir la huella de carbono: Las cuotas de carbono y las regulaciones de contabilidad de carbono requieren que el sector eléctrico consuma menos energía y reduzca su huella de carbono. Al mismo tiempo, debería poder medir y comparar su progreso, lo que puede presentar un desafío tecnológico importante. Estos procesos se dificultan por la dispersión y baja calidad de los datos y los costos que puede implicar el cálculo de la huella de carbono.

Para poder resolver este reto, las empresas energéticas podrían trabajar dos métodos: cálculo pasivo y activo de la huella, que implica un enfoque iterativo con software de informes ESG personalizado para abordar sus necesidades más urgentes. Estas soluciones ayudarán a utilizar plataformas de análisis avanzadas para monitorear y conectar datos de adquisiciones y consumo y automatizar la recopilación y la presentación de informes de datos, generar conocimientos, reducir las emisiones de carbono y priorizar proyectos basándose en un seguimiento fiable de su eficacia en materia de sostenibilidad.

Gestión eficaz de las energías renovables en el mix energético: Las empresas de petróleo y gas deben lograr un equilibrio entre su actual dependencia de los combustibles fósiles y la creciente necesidad de adoptar fuentes de energía renovables. Esto requiere una gestión cuidadosa de la cartera y decisiones de inversión que sean coherentes con los objetivos de reducción de carbono y el desarrollo de cadenas de suministro integradas, incluida la generación de energías renovables, el hidrógeno y la producción de calor. La generación de energía a partir de fuentes renovables como la eólica y la solar es intermitente y no puede adaptarse fácilmente a las fluctuaciones de la demanda.

Se estima que las empresas energéticas seguirán invirtiendo en recursos de software que puedan pronosticar el comportamiento de los activos de producción y procesamiento y la gestión de reducción de energía y emisiones con el grado adecuado de precisión y detalle, que permite gestionar un negocio rentable y eficiente, que podría aportar a un mayor retorno por vatio producido.  Según diversos estudios, aplicar analítica avanzada en el sector energético puede reducir los costos entre un 5% y un 7,5%, de acuerdo con estudios de la agencia internacional de energía. 

Gestión de activos y riesgos: Las empresas de energía y servicios públicos deben realizar análisis precisos de inversiones y riesgos, además de divulgar los impactos de sus operaciones futuras para cumplir su compromiso con la descarbonización. Los líderes empresariales deberían evaluar la capacidad para transferir activos y capacidades a nuevos modelos de negocio. Esto puede ayudar a comprender el impacto de su inversión en términos de costos significativos o ventajas competitivas. Para lo cual se requiere de plataformas de análisis de datos que fomenten la colaboración y la transparencia en toda la cadena de suministro, que pueden proporcionar información para la optimización de precios, la gestión de activos y mejorar los contactos con los clientes y grupos de interés.

Recopilar información sobre emisiones y costos permitirá tomar medidas inmediatas para:

  1. Evaluar qué tan bien se ajustan sus activos al mercado y cuál es su rentabilidad en función del perfil de emisiones.
  2. Lograr flexibilidad y optimización dentro de la cartera de hidrocarburos y los activos no hidrocarburíferos.
  3. Conciliar los objetivos financieros y ambientales, reduciendo la complejidad de la gestión de cartera y la planificación de capital.
  4. Ser capaz de evaluar y predecir el ciclo de vida de todos sus activos y todas las decisiones de inversión de capital.

En este reto es importante la implementación de la tecnología adecuada centrada en el riesgo, equipada con análisis basados en IA y algoritmos de aprendizaje automático que pueden procesar grandes cantidades de datos; esto puede revelar conocimientos ocultos, gestionar riesgos y reducir los costos. Al simular varios escenarios de mercado y resultados del desempeño de los activos, para ajustar dinámicamente las carteras de activos y garantizar que sigan siendo rentables; alineadas con las condiciones del mercado, proponer estrategias de mitigación. Esto ayuda a protegerse contra las volatilidades del mercado y los cambios regulatorios, pronosticar el rendimiento y el valor de los activos a largo plazo, ayudando en la planificación estratégica y la transición a modelos de negocio bajos en carbono.

Todos estos elementos muestran que la descarbonización del sector energético es posible en la medida que se mide y se garantiza una gestión eficaz que permita diseñar estrategias efectivas para lograr diversificación energética mientras que se reducen emisiones y efectos sobre el cambio climático.

Es profesora titular de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario. Estudió maestrías en administración, dirección y gerencia ambiental, y en ingeniería de alimentos, ambiental y sanitaria. Es doctora en economía y realizó un posdoctorado en políticas energéticas y estudios...