Clara Inés Pardo, profesora Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.
Clara Inés Pardo, profesora Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.

Los productos sostenibles benefician a la sociedad, al medio ambiente y a la economía durante todo su ciclo de vida, desde la extracción de la materia prima hasta la disposición final, salvaguardando la salud humana y el medio ambiente. Sus principales características son:

  • El producto está elaborado a partir de recursos renovables; no agota los recursos naturales.
  • La producción y distribución de productos requiere un consumo mínimo de energía y minimiza el desperdicio.
  • Con opciones de reciclaje y reutilización disponibles.
  • Se utilizan condiciones de trabajo seguras y otras prácticas socialmente responsables para fabricar el producto.

Diferentes estudios evidencian cómo la población mundial en los últimos años ha comenzado a interesarse en productos sostenibles. Por ejemplo, The Economist Intelligence Unit muestra que en los últimos cinco años se ha aumentado el 71 % de la búsqueda en línea de productos sostenible a nivel global. Además, una encuesta de McKinsey & Co. indica que el 66 % de todos los encuestados y el 75 % de los millennials dicen que consideran la sostenibilidad cuando realizan una compra, indicando que la estabilidad ambiental es una prioridad para muchas personas, implicando que las empresas deben reducir su huella de carbono. Estudios de Accenture muestran que la asequibilidad y la calidad siguen siendo los principales factores que impulsan la mayoría de las compras. Entre los encuestados, el 89% dijo que lo que más les importaba para elegir un producto era la calidad, el 84 % el precio, el 49 % citó salud y seguridad y el 37 % indicó el impacto ambiental como factores que consideran antes de comprar y el 72 % de los encuestados dijeron que compraban activamente productos más respetuosos con el medio ambiente que hace cinco años.

Estos estudios muestran que cada día los consumidores buscan productos sostenibles y podrían estar dispuestos a pagar más por los mismos, lo que implica que las organizaciones deben aumentar sus compromisos con prácticas más sostenibles y responsables, lo que promueve el crecimiento, la innovación y la competitividad.

Además, muchas organizaciones han comenzado a ver oportunidades para el negocio con estas tendencias, abasteciéndose de materiales orgánicos y sostenibles en sectores como el alimenticio, cosmético y farmacéutico, evidenciando que los consumidores pueden impulsar el cambio en las industrias y el beneficio para las empresas al aumentar en su sector de mercado.

Al diseñar y desarrollar productos sostenibles se puede trabajar desde diferentes perspectivas, como son el ecodiseño (se centra principalmente en reducir el impacto ambiental en cada paso del ciclo de vida del producto), el diseño circular (según la Fundación Ellen McArthur, significa diseñar un producto o servicio que no genera residuos ni contaminación y mantiene los productos y materiales en uso contribuyendo a un sistema de circuito cerrado en la economía donde todo se comparte, repara, reutiliza o recicla) y el diseño sostenible (que implica diseñar un producto de una manera que tiene en cuenta la reducción de los impactos sociales, ambientales y económicos. Minimizar al máximo estos impactos).

Por lo general, las compañías adoptan tanto el diseño circular como el ecodiseño y los principios que orientan estos enfoques en el diseño de productos sostenibles son:

  • Utilizar materiales no tóxicos, producidos de forma sostenible o reciclados que tengan un menor impacto ambiental que los materiales tradicionales.
  • Utilizar procesos de fabricación y producción de productos que sean más eficientes energéticamente que los procesos y productos finales tradicionales.
  • Fabricar productos más duraderos y con mejor funcionamiento que tendrán que ser reemplazados con menos frecuencia, lo que reduce el impacto de producir reemplazos.
  • Diseñar productos para la reutilización y el reciclaje.
  • Hacerlo fácil de desmontar para que las piezas puedan reutilizarse para fabricar nuevos productos.
  • Consultar normas y guías de diseño sostenible para poder generar ideas y procesos de productos sostenibles.
  • Considerar el ciclo de vida del producto y economía circular con sus herramientas de análisis respectivo para ayudar a diseñar productos más sostenibles.
  • Cambiar el modo de consumo de la propiedad personal de productos a la prestación de servicios que proporcionen funciones similares.

Estos elementos muestran la importancia del diseño sostenible de productos y servicios, donde las organizaciones deben adaptar la mejor perspectiva de acuerdo con sus necesidades que pueden estar dadas por temas legales, demanda de los clientes, estrategias del negocio, entre otros, e independiente de la perspectiva de diseño es fundamental utilizar datos ambientales, implementar análisis de ciclo de vida integral que aporte a un modelo de negocio circular, lo cual puede promover la innovación, productividad, competitividad y diferencia de mercado, posibilidades de nuevos mercados, entre otras.

Es profesora titular de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario. Estudió maestrías en administración, dirección y gerencia ambiental, y en ingeniería de alimentos, ambiental y sanitaria. Es doctora en economía y realizó un posdoctorado en políticas energéticas y estudios...