Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
En Bogotá, el espacio público es un tema crucial que afecta a las 20 localidades. Como defensor de los derechos de los peatones, y la necesidad de modernizar y adaptar nuestros espacios públicos a las necesidades de ahora, quiero dirigirme a los recién nombrados alcaldes locales y enfatizar la importancia de abordar esta problemática de manera integral y estratégica.
La inversión en el espacio público no se trata solo de adoquines o asfalto. Es la base sobre la cual construimos una ciudad limpia, segura y accesible para todos. Los alcaldes locales deben priorizar las necesidades inmediatas de nuestros espacios públicos, considerando no solo su infraestructura física, sino también su integración con las dinámicas sociales, culturales y económicas de la población. Solo así lograremos que Bogotá sea una ciudad en la que todos podamos ser.
Un espacio público bien cuidado no solo garantiza la seguridad de los peatones, sino que también crea oportunidades para los comercios y apoya a los emprendedores locales. El turismo es un potente motor de desarrollo, y si queremos que Bogotá sea líder en turismo en América Latina, debemos comenzar por revitalizar nuestros parques, plazas, calles, fortalecer la oferta turística y garantizar que la experiencia de viaje de cada uno de los visitantes de Bogotá sea confortable.
Los vecinos hemos sido y seguiremos siendo aliados estratégicos en esta tarea. Debemos estar dispuestos a colaborar con los alcaldes locales, identificando problemas específicos y proponiendo soluciones reales como siempre lo hemos hecho. La diferencia es que ahora, se hace indispensable que nuestra vigilancia sea detallada y abierta, pública, y las redes sociales son el mejor aliado para lograrlo.
Deben saber los alcaldes que, si no son capaces de resolver los problemas que nos afectan, nosotros, como vecinos, encontraremos formas de hacerlo. La participación ciudadana en Bogotá se ha fortalecido en los últimos años y el poder de los vecinos cada vez tiene mayor impacto en las decisiones locales y de ciudad. Ustedes, queridos alcaldes, no pueden darse el lujo de no conectar con los vecinos, de ignorarnos. En cada uno de nosotros hay preocupaciones, pero también soluciones que pueden generar grandes avances no solo en el mejoramiento del espacio público, sino también, en la cultura ciudadanía y su relación con las entidades distritales.
En resumen, el espacio público no es solo un asunto administrativo, es un reflejo de nuestra calidad de vida y nuestra identidad como ciudad. Insto a los nuevos alcaldes locales a tomar medidas audaces y a trabajar junto a nosotros los vecinos para transformar Bogotá en una ciudad donde todos puedan caminar sin obstáculos y disfrutar de un entorno limpio y seguro.
