Juan Pablo Berrueta, participante del concurso de diseño de una silla con bambú.
Juan Pablo Berrueta, participante del concurso de diseño de una silla con bambú.

En septiembre del año pasado y gracias al apoyo de empresas y personas que le apuestan a nuestra obra desde que nos conformamos como Fundación Promedio hace catorce años, lanzamos al mundo una convocatoria de diseño de una silla a partir de varitas de bambú andino, popularmente conocido como chusque y científicamente, de nombre Chusquea Scandens.

De las propuestas que recibimos de diversos lugares geográficos el jurado –conformado por Christine Facella (diseñadora restauradora de bosques y profesora en la Escuela de Diseño de Parsons de Nueva York), Dominiq Sturm (presidente de la Asociación Suiza de Diseño), Marta Martínez (diseñadora colombiana y directora de Insigma Asociados SAS), Paola Cabrera (MA), colombiana radicada en Finlandia, diseñadora, profesora en diseño y cultura, y Heikki Ruoho (MA), diseñador, encargado de diseño de arquitectura interior y mobiliario en ALA Architects en Helsinki, eligió como ganadora internacional la silla Groovy Lounge del mexicano Juan Pablo Berrueta, con quien a propósito conversamos.

Catalina López B.: ¿Qué viene a ti cuando lees, escuchas o pronuncias la palabra silla?

Juan Pablo Berrueta: La silla es más que un simple objeto para sentarse; es un símbolo de comodidad, comunidad y creatividad. Un testimonio del poder del diseño para enriquecer nuestras vidas y unir a las personas a través de fronteras y culturas. Un recordatorio para reducir la velocidad, respirar y contemplar. Hablando de diseño, una silla es un ícono, una representación física de la creatividad.

C.L.B.: ¿Tienes una foto de la silla favorita de tus espacios cotidianos y nos puedes contar brevemente por qué?

J.P.B.: Esta silla la tengo en mi oficina, la diseño un amigo, Christian Vivanco, de la firma de diseño es Balsa, que es, a mi parecer, una de las sillas colgantes más bonitas que existen actualmente, me gusta mucho su simplicidad y elegancia , pero sobre todo, que a su alrededor se generan emociones.

C.L.B.: ¿Al participar con tu propuesta en la competencia internacional de una silla de bambú andino, cuáles fueron los retos que te planteaste y de ellos el más significativo para asumir?

J.P.B.: Estuve dándole muchas vueltas al diseño, hice más de diez modelos diferentes. Las sillas de bambú en general son muy parecidas entre todas, así que estuve buscando una diferencia para desarrollarla y al final el resultado fue una silla relajada, simple y limpia.

El uso del bambú como materia prima es algo que siempre quise experimentar, pero nunca lo había hecho, creo que ese fue el mayor reto, investigar cómo lograr lo que quería plasmar en el diseño, sin dejar que sea difícil de reproducir.

Con el diseño que presenté, pensé en una reproducción artesanal, para promover que en las comunidades andinas se encuentre la forma de desarrollar la técnica y busquen diferentes alternativas de diseño. 

C.L.B.: ¿Qué es hasta ahora lo más satisfactorio para ti al haber alcanzado este lugar en la competencia de diseño de una silla de bambú andino?

J.P.B.: Estoy muy feliz por el reconocimiento internacional, pero aparte de eso, participar en un concurso siempre es interesante al no saber que es lo que los demás participantes tienen en mente y por la emoción que genera la espera del resultado. Al final no es una competencia realmente, es más bien la unión de energía creativa, esa misma que genera proyectos muy buenos y diversos.


El Concurso de diseño de una silla de bambú andino es la primera de la edición de encuentros mundiales que propone Fundación Promedio para la integración de creatividad, hacer manual, naturaleza y sostenibilidad que se desarrollen en su sede en La Calera y abiertos a las personas interesadas, sin importar la experiencia, previa, disciplina, nacionalidad o edad. Este año del 19 al 24 de mayo, la semana del bambú andino, hará honores al chusque como materia prima para la construcción de los dos prototipos ganadores junto con estudiantes de diferentes instituciones veredales del sector Salitre de La Calera, Cundinamarca.

Concurso de diseño de una silla de bambú andino

Ganador internacional: Juan Pablo Berrueta, México/ silla Groovy Lounge

Ganador nacional: Luca Bullaro, Colombia/ silla Onda

Mención de honor: Daniel Rua, Colombia/ silla Cumbre

Mención de honor: Bamboosaurus Studio, Tailandia/ silla Harmony in Diversity

Mención de honor: Kanokpon Yokcho, Tailandia / The tea chair

Mención de honor: José Argoty, Colombia/ silla Bambuca

Mención de honor: Alejandro Gutiérrez/ silla Matorral.

Fundación Promedio, EscuelaX, LabX, La Calera, Cundinamarca, Colombia, 2024.

Es la directora de la Fundación Promedio. Estudió diseño industrial en la Pontificia Universidad Javerina y un posgrado en arquitectura y artes efímeras en la Universidad Politécnica de Cataluña.