El presidente Gustavo Petro en la instalación del Congreso. Foto: La Silla Vacía

“Paz” y “pobreza” fueron las palabras que más utilizó el presidente Gustavo Petro en su discurso ante el Congreso, pero la que más resonó fue “perdón”. 

En la instalación de la tercera legislatura del Congreso 2022-2024, el presidente lanzó un discurso conciliador. Reconoció y pidió perdón por la corrupción en la Unidad de Gestión del Riesgo (Ungrd), e insistió en un acuerdo político. Aunque no leyó un discurso, hizo un recuento más tradicional y estructurado de sus logros, a diferencia de lo que había hecho hace un año, y mostró un dominio amplio de las cifras y los temas. 

Este 20 de julio, Petro asumió la cara de la mano abierta y democrática del gobierno, que se intercala con el puño cerrado de sus publicaciones en redes sociales y la agitación populista de sus bases en busca de mecanismos de reforma extraordinarios. Tanto había subido la tensión, que en la oposición hubo dudas de que Petro instalara la legislatura, lo que terminó siendo un ruido sin fundamento. Con esa estrategia el gobierno ha logrado avanzar su agenda reformista en los pasados dos años, y en la instalación del Congreso Petro fue la cara del demócrata de izquierda en un mundo que se encamina a una derecha autoritaria, como él lo sostiene.

Pero la recepción en el Congreso no fue cálida. Los partidos en oposición e independencia se repartieron los discursos de réplica entre seis congresistas. Fue un mosaico de los sectores con los que el gobierno busca hacer ese acuerdo nacional, y ni siquera en los sectores más cercanos, que han votado con el gobierno en varias ocasiones, hubo señas de apertura. 

El Congreso, según esas réplicas, hizo evidente que tenía memoria. Hace un año, Petro habló de hacer un acuerdo político, que nunca avanzó más allá de la retórica, y, en cambio, se confundió entre denuncias de golpes de Estado y propuestas de constituyentes. 

Estas fueron las claves de los discursos del 20 de julio de 2024:  

1. El pedido de perdón de Petro por la corrupción de Olmedo 

“Quiero comenzar estas palabras, básicamente, pidiéndoles perdón a ustedes como representantes del pueblo y al pueblo de Colombia por lo que ha acontecido en la Ungrd”, dijo Petro sin ambages. 

Sin una sentencia judicial que obligue, el perdón es una palabra que rara vez han pronunciado los presidentes de Colombia. Sobre todo los hechos de corrupción dentro de los gobiernos suelen pasar por las “espaldas”, como con Samper, o los “me acabo de enterar”, como Santos. 

El perdón de Petro con el caso de corrupción más grande de su gobierno, que involucra la entrega de contratos y supuestos pagos en efectivo a congresistas a cambio de sus votos, además no vino con excusas: “El señor Olmedo nunca fue una transacción política de ningún grupo aquí presente ni ausente”. El presidente asumió la “responsabilidad política”, aunque fue muy específico en señalar a un solo responsable, López, cuando varios miembros de su gabinete están siendo investigados, incluyendo su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. 

El tono y las palabras marcaron un giro drástico frente a cómo venía asumiendo el caso de la Ungrd. Un día antes, en un largo trino, afirmó que la filtración de la evidencia que involucra a Olmedo con Bonilla, “busca aislar el gobierno del congreso para que no se aprueben las reformas sociales en favor del pueblo y para que el presidente pueda ser arrinconado y abrir el golpe de Estado blando”.      

Pero ante el Congreso Petro no solo asumió su error al nombrar a López, a quien reconoció como un militante de izquierda, sino que le pidió perdón a los congresistas que durante todo el año había acusado de corrupción y obstruccionismo.

2. Actitud dialogante e incredulidad del Congreso

El acuerdo nacional, como en el anterior discurso, volvió a ser parte importante del discurso y del tono del presidente. “¿Por qué no asumimos la audacia de un acuerdo político nacional para transformar a Colombia en el sentido de la paz, de la democracia y de la justicia social? Es lo que les propongo. (…) Tienen un presidente que fue parlamentario y que sabe qué es el Congreso de Colombia”, dijo Petro.

La invitación llegó con una omisión importante. Nunca habló de la constituyente ni del “poder constituyente”, aunque mencionó que sería un diálogo amplio que incluía al “pueblo”. Sí mencionó el fast-track, un mecanismo que ya utilizó el Congreso para aprobar varios proyectos del Acuerdo de Paz con la Farc. Sin embargo, en sus palabras Petro fue cuidadosamente considerado e incluyente con el Congreso, hasta el punto de identificarse como uno de ellos. Un equilibrio en el que buscó hacer obvio que no se lo quiere saltar. 

Pero la recepción en los discursos de oposición no fue cálida, y la memoria del Congreso no es tan corta. 

Daniel Carvalho, el representante de Antioquia independiente, que ha votado varias reformas del gobierno, le reclamó eso mismo: “Nos dice paracos por no estar de acuerdo con usted. Como líder nos ha maltratado a quienes nos hemos atrevido a criticar a su gobierno. Y acá vienen a decirnos que hagamos un gran pacto nacional”, le reclamó el congresista progresista con pelo enrastado. Fue el más amable de los seis que hablaron.

David Luna, de Cambio Radical, Miguel Uribe, del Centro Democrático, Marelen Castillo de la Liga Anticorrupcion, y Miguel Polo Polo, de la curul afro, rechazaron de tajo la constituyente y el fast-track. 

Se tratan de voces de sectores que tendrían que hacer parte de ese acuerdo. Y todos, con tonos más y menos altisonantes, reclamaron más acciones y menos discursos. “Gobernar no es solo tener el poder de la oratoria, que usted lo tiene. Gobernar es cumplir la palabra. Y hace un año usted nos invitó a un acuerdo nacional. Pero esas invitaciones quedaron en palabras”, afirmó Luna, el opositor que mostró mayor altura. De ahí para abajo, le recordaron a Petro su falta de disciplina, sus llegadas tarde, y su displicencia frente a las formas del poder.  

3. Pobreza y agro: los logros que Petro se apuntó  

“Lo hemos logrado”. El presidente dijo que su gobierno es el responsable de los buenos números del sector agro y de la reducción de la pobreza monetaria. Fue un reconocimiento poco frecuente del presidente de que efectivamente ha logrado hacer cambios, en medio de sus constantes denuncias de obstruccionismo y bloqueo institucional. 

En ninguno de los dos sectores es fácil atribuir totalmente la mano del gobierno Petro. Sin embargo, Petro dedicó más de la mitad de su discurso a esos temas. Según un análisis de Dapper, una firma de datos y asuntos públicos que hizo un análisis temático con inteligencia artificial del discurso, los temas de actividad económica, entre ellos pobreza y agro, ocuparon el 65% del discurso. Paz, muchas veces mencionada, en cambio, fue del 13%. 

Sobre el agro, Petro dijo que sus políticas de crédito a través de instituciones como Finagro y el Banco Agrario eran las responsables de que la agricultura sea uno de los grandes jalonadores del PIB. También aseguró que eso ha permitido contener la inflación de los alimentos, una de las claves, según su visión, de que la pobreza monetaria esté cayendo.

“El gobierno ha sido eficiente”, dijo Petro, desatando risas en el recinto, sobre la disminución del 3% en las cifras de pobreza monetaria entre 2022 y 2023, según datos del Dane. Lo atribuyó al aumento del salario mínimo impulsado por su gobierno, una relación que no es clara y que no toma en cuenta el buen crecimiento económico hacia el final del gobierno Duque, o la ampliación de los subsidios por parte de Prosperidad Social heredada de la pandemia.

Petro, en cambio, no mencionó alguno de los logros perdurables de su gobierno, como la aprobación de una histórica reforma pensional, que sacará de la pobreza extrema a cientos de miles de adultos mayores, o la reducción de los subsidios a los combustibles, una política impopular, pero crucial para sanear las finanzas del Estado.

Se trata de una elección de logros que corre el riesgo de envejecer mal. Sobre todo con un desempleo ya en aumento y una inflación estancada que hará más difícil la bajada de tasas de interés, un asunto en el que volvió a insistirle al Banco de la República. Eso, sumado a la posibilidad de un fenómeno de La Niña, la caída de la pobreza y el repunte del agro pueden no ser sostenibles.  

4. En el discurso de Petro se sintió la bendición de Cristo

Petro hizo énfasis en la implementación del acuerdo de paz con las Farc, y anunció un paquete legislativo para acelerarla. Dijo que va a impulsarlo con el fast-track, la estrategia legislativa que impulsó durante el gobierno Santos su nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. 

“No nos vamos a salir ni una coma de lo que dice ese acuerdo, que es declaración unilateral de Estado”, dijo el presidente, quien antes de la llegada de Cristo era un crítico del acuerdo y sostenía que las instituciones creadas para aterrizarlo lo condenaban a su fracaso porque eran “raquíticas” y estaban “desfinanciadas”.

Pero el fast-track no sólo le servirá a Petro para sacar más rápido el paquete sobre el acuerdo. También dijo que con esta herramienta impulsará el paquete de reactivación económica, que incluyen las llamadas inversiones forzosas de la banca privada hacia el agro, el turismo y la industria. 

Es decir, bajo la justificación de implementar el Acuerdo, Petro intentará impulsar su agenda de reformas con menos deliberación en el Congreso y con el liderazgo de Cristo.

El sello de Cristo también se vio en la idea de Petro de modificar las normas sobre las transferencias del gobierno nacional para que los departamentos y los municipios tengan más plata. 

En Marcha, el movimiento de Cristo, es uno los grandes abanderados de la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), de donde sale la plata a las regiones, y puede convertirse en un punto de encuentro con los políticos regionales en el Congreso, que ya empiezan a pensar en su reelección en el 2026.

5. Petro vuelve con reformas ambiciosas con las tarifas de energía como bandera 

La reforma a la ley de servicios públicos domiciliarios se anticipa como el gran pulso del gobierno Petro con el Congreso. Como en todas sus grandes reformas, Petro la enmarcó como una superación del modelo neoliberal que, según su narrativa, se impuso en Colombia a principio de los noventa. 

Son grandes los intereses económicos que el gobierno puede tocar con esta reforma. Entre ellos, los del Grupo Energía de Bogotá, el grupo Argos o ISA, la gigante estatal de transmisión eléctrica.

Petro dijo que las ganancias de los privados en el mercado eléctrico eran “transferencias que van de la industria, la agricultura y las familias colombianas en forma de renta a los propietarios de estas grandes generadoras eléctricas”. También sostuvo que las reglas para nombrar comisionados en la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), la entidad que fija las reglas del mercado eléctrico, están pensadas para favorecer al sector privado, encareciendo los precios de la energía para las personas. 

Petro ha intentado asumir directamente las funciones de la Creg y el Consejo de Estado le tumbó recientemente un comisionado porque no cumplía con los requisitos de experiencia profesional, ahora cuestionados por Petro.

Petro también anunció una reforma agraria. Lo hizo luego de cuestionar una decisión de la Corte Constitucional que tumbó un artículo del Plan Nacional de Desarrollo para acelerar la compra de tierras. Sin embargo, acá no es clara cuál es la agenda del gobierno. Más allá de esos artículos, y la discusión sobre la norma de “expropiación express” dentro del PND, el gobierno no ha planteado una agenda legislativa clara relacionada con la reforma agraria. 

El presidente también mencionó una nueva reforma a la salud “altamente consensuada”, que, por ahora, no se sabe cómo llegará con una concertación amplia luego de las intervenciones de la Superintendencia de Salud y los retiros voluntarios anunciados por grandes EPS. 

Y habló de dos grandes paquetes legislativos. Uno, de reactivación económica, creando inversiones forzosas de la banca privada hacia la vivienda, el agro y el turismo. Y otro, para acelerar la implementación del acuerdo de paz. El nuevo intento de hacer una reforma a la educación no fue mencionado.

6. La seguridad fue la bandera común de las réplicas de la oposición 

Petro fue recibido por la oposición en el Congreso con carteles de “SOS Cauca”, en referencia a la violencia que vive ese departamento. 

Para reforzar el mensaje, la oposición eligió al representante por el Cauca, Óscar Ocampo, de Cambio Radical, quien fue gobernador de su departamento. “Hoy, día de la independencia, denle libertad a los que están esclavizados por el miedo”, dijo Ocampo. 

Por la misma línea, el senador Luna mencionó la violencia en contra de líderes sociales y firmantes de paz, que se ha venido agudizando. Uribe, Carvalho, Castillo también destacaron el deterioro de la seguridad en sus réplicas a Petro.

Desde el 2021 soy el editor general de La Silla Vacía. Estudié filosofía en la Universidad Nacional, luego hice una especialización en periodismo en Los Andes y una maestría en comunicación en la Universidad de Georgetown. He trabajado en TV, radio y prensa.

Cubro al gobierno del presidente Gustavo Petro en La Silla Vacía. Estudié Periodismo en la Universidad de Antioquia.