Alejandro Eder, Susana Muhamad y Dilian Toro en reunión sobre la protección al Parque Farallones de Cali. Foto: MinAmbiente.

Quedan menos de cinco meses para que se realice por 12 días la COP de la biodiversidad en Cali, el evento internacional más importante que ha alojado Colombia y en el que el gobierno de Gustavo Petro se juega su prestigio en temas ambientales.  

Más allá de los logros diplomáticos en materia de conservación que el gobierno espera lograr, hay unos retos logísticos asociados a las adecuaciones que Naciones Unidas pide construir para el evento. Es también una prueba para la alcaldía de Alejandro Eder y la gobernación de Dilian F. Toro, con el desafío logístico de atender a 12 mil visitantes.

Para lograrlo, hay un presupuesto que se estima en 120 mil millones de pesos, entre lo que aporta el gobierno nacional y los locales, y para el que no se han pedido préstamos a ninguna entidad internacional. 

Pero con el paso del tiempo aumenta la presión para sus organizadores. Este fin de semana el saliente defensor del Pueblo, Carlos Camargo, dijo que su realización puede estar en riesgo por las amenazas de las disidencias de las Farc. Y el expresidente Juan Manuel Santos criticó que la agenda todavía no esté definida: “Es el país el que va a quedar muy mal si la COP fracasa”, dijo en La W.

La Silla Vacía habló con funcionarios de alto nivel en la alcaldía de Cali y en el Ministerio de Ambiente para entender los recursos que tiene el gobierno para hacer el evento y cómo espera ejecutarlos. Si se cumplen los compromisos, los costos para financiar el evento están cubiertos, aunque en la aterrizada ya han empezado a aparecer gastos adicionales. 


La plata del evento

El primer costo para Colombia de quedarse con la COP16 de biodiversidad fue el acuerdo de ciudad sede, que se hizo por $2 millones de dólares, es decir, alrededor de $7.700 millones de pesos. Ese precio es la cuota que puso el país para cerrar el acuerdo de la sede con la Secretaría del Convenio sobre Diversidad Biológica, que es la secretaría que organiza la Conferencia de las Partes (COP) cada año. 

Esa plata paga costos del apoyo de la Secretaría hacia Colombia para el ejercicio de la presidencia de la COP, que consta de unos 100 delegados. El valor incluye el costo de los tiquetes aéreos de esos visitantes, además de la logística para alojarlos. La Cancillería ya pagó el 50 por ciento de esa plata, y el otro 50 por ciento lo tiene que pagar el Ministerio de Ambiente antes del 30 de junio.  

Pero ese es apenas el costo para pisar el evento. Los otros gastos vienen con las adecuaciones que toca hacer en la ciudad, que son varios, pero la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, afirma que “los recursos para hacer el evento están asegurados”.  

Para cubrir gran parte de esos otros gastos, el Ministerio de Ambiente, a través del Fondo para la Vida y la Biodiversidad —que es la bolsa de recursos más grande con la que cuenta el sector ambiental— asignó un presupuesto de $98 mil millones. Esos recursos servirán para financiar la estrategia de comunicaciones, la presidencia de la COP, la estrategia de movilización social y la construcción de la Zona Verde, que es uno de los dos espacios que pide Naciones Unidas para este evento, en donde estarán los actores sociales. 

La Zona Verde será en el centro de Cali. A diferencia de la Zona Azul, que es donde se hacen las negociaciones privadas entre gobiernos, esta tendrá acceso al público, con programación académica, cultural y comercial. El gobierno nacional también pondrá la plata para los audiovisuales de la Azul y los equipos de traducción.

En las próximas semanas se iniciarán los procesos de invitación pública, a través de Fiducoldex —que administra el Fondo para la Vida y la Biodiversidad— para contratar los servicios para construir la Zona Verde, avanzar la estrategia de comunicaciones y otros temas logísticos y operativos, según respondió el MinAmbiente. 

La instancia principal de decisión sobre cómo se ejecuta esa plata es el Comité Organizador, que está liderado por la vicepresidenta de la República, Francia Márquez. Ahí también tiene asiento el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo; el ministro de Comercio, ahora en cabeza de Luis Carlos Reyes; la ministra Muhammad y la directora del Dapre, Laura Sarabia. Durante las sesiones de trabajo de ese Comité también pueden asistir la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, y al alcalde Alejandro Eder, así como sus delegaciones. 

Debajo de ese comité hay un subcomité financiero y administrativo, que está conformado por el Ministerio de Relaciones Exteriores desde el Despacho de la Viceministra de Asuntos Multilaterales y el Minambiente con la Oficina de Asuntos Internacionales. Ese comité es el que le somete al Comité Organizador todos los temas relacionados con el presupuesto. 

También hay otros subcomités encargados de temas de seguridad, logística, de convergencia regional —en el que están los gobernadores de los departamentos del pacífico—, y otros más de negociación y científicos.   

La gerencia total de la COP16 recae en Paula Douat Corredor, ingeniera industrial con experiencia en organización de eventos internacionales. Douat fue directora de negocios del país en Expo Sanghái, en 2010, cargo que repitió en 2015 en Expo Milán y en 2020 en Expo Dubái. Según le dijo a La Silla Vacía, la gerencia tiene un seguimiento semanal con los líderes de cada subcomité, de los que sale un informe que se le presenta al Comité Organizador.  

La otra bolsa de plata para hacer la pone directamente la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle del Cauca, en una cuenta que suma 22 mil millones de pesos y que administran directamente esos gobiernos locales. La idea es que esa plata vaya para pagar el alquiler de Centro de Eventos Valle del Pacífico, donde se alojará principalmente el evento. También va para pagar el personal médico, de seguridad, montaje y de aseo, así como para pagar el transporte de todos los delegados y el cálculo que tienen que hacer de la huella de carbono que dejará la COP. 

Mientras tanto, en la realidad de la ejecución en Cali todavía están haciendo cuentas de los costos. 

En Cali siguen con la calculadora en la mano

En la ciudad sede todavía no está del todo claro cuánto va a costar la COP. El acuerdo habla de $22 mil millones, que asumirán por mitades la Gobernación y la Alcaldía, pero las cifras pueden variar. El mes pasado, Edwin Maldonado, secretario de Desarrollo Económico de Cali, dijo que el aporte de la Alcaldía será mayor a los $10 mil millones que tenían estimados. El alcalde confirmó el incremento, pero dijo que la plata está. 

“El presupuesto es más alto de lo que se ha pensado en un principio, pero las finanzas están garantizadas”, le dijo Eder a La Silla. “El único tema que estamos aún terminando de definir es el tema del costo de la seguridad adicional, pero es algo que estamos hablando con el Ministerio de Defensa”. La cifra que va a poner el Distrito ahora ronda los $15 mil millones. 

Los costos todavía están tasándose, porque el acuerdo sede apenas se firmó el pasado 21 de mayo. Lo que sí está claro es qué pone cada quién. La Alcaldía y la Gobernación del Valle tendrán que responder por la Zona Azul. Eso incluye el alquiler del Centro de Eventos Valle del Pacífico durante todo el mes de octubre, el mobiliario para dotarlo y el branding, tanto de ese lugar como del resto de la ciudad. 

“No estamos ni atrasados ni adelantados. Estamos en un cronograma muy ajustado que nos está exigiendo mucho esfuerzo y trabajo, pero confiamos en que vamos a lograr sacarlo adelante”, le dijo a La Silla María Leonor Cabal, asesora de despacho de la gobernadora y delegada en temas de la COP. “Este mes es de un impulso total, por la vista de la ONU esta semana y las decisiones que se están tomando”, agregó. La Gobernación pondrá $10 mil millones y tiene proyectos específicos, como un encuentro internacional de gobernadores y el fomento turístico de los municipios. 

Se espera que a finales de junio la COP comience a tener forma. Para ese momento ya deberían estar listos los contratos con el centro de eventos y la ciudad comenzará a llenarse de flores de Inírida, el logo de la conferencia. Lo que comenzó, por ahora, es la inversión de la Alcaldía para poner a punto la ciudad. 

“Estamos haciendo es inversiones sociales y de infraestructura en la zona donde va a ser la COP. Arreglando vías, cambiando luminarias, poniendo bien la ciudad”, dijo el alcalde. “La inversión es de 40 a 50 mil millones. Es inversión que ya estábamos haciendo, pero que va a beneficiar la COP”, agregó.

“Para Cali tiene un buen costo-beneficio. Esto va a dejar 29 millones de dólares”, dijo la secretaria de Turismo, Mábel Lara, lo que equivale a cerca de $100 mil millones de pesos. “Como con la pandemia, que nos adelantó a la virtualidad casi una década, la COP va a acelerar encadenamiento productivo del turismo”, añadió.

Lo que no terminó de cuajar fueron las gestiones de Eder ante el Ministerio de Transporte para la compra de 100 buses eléctricos. Ahora se está considerando la compra de 30 de cuenta de la Alcaldía y se espera que Medellín y Bogotá presten otros más.

Desde afuera hay alerta por la violencia, pero adentro preocupan los hoteles

Los constantes atentados de la fracción de la disidencia de las Farc que rompió las negociaciones de paz con el gobierno comienzan a preocupar de cara a la COP16. Sobre todo, después del atentado en abril en el Batallón Pichincha, al sur de Cali. 

Durante la semana pasada, en varios medios nacionales e internacionales retomaron una noticia de la agencia AFP que decía que la COP estaba “en riesgo” debido a las amenazas de las disidencias. Este fin de semana, Camargo, quien renunció a su cargo como defensor del pueblo, reiteró esa tesis. Pero el alcalde la descartó. 

“Eso no es cierto. Estamos a cuatro meses y mover una COP no es como cambiar una conferencia cualquiera de un lugar a otro”, dijo Eder. 

Respecto a la seguridad, anunció que está por cerrarse el acuerdo con el Ministerio de Defensa y la Policía para trasladar de 2 a 4 mil policías a la capital del Valle, que llegarán paulatinamente meses antes de la COP. 

“Al ser esto un evento global, los riesgos de seguridad no son solo los de las disidencias. Estamos trayendo a todo el mundo. El conflicto de Gaza e Israel, el conflicto entre Ucrania y Rusia, el activismo ecologista internacional. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande para garantizar la seguridad”, agregó el alcalde.

Al interior de la organización, la principal inquietud no es por la seguridad, sino por el hospedaje. De acuerdo con una fuente que está al tanto de la organización, hay preocupación en la Alcaldía por las tarifas de las habitaciones.

Por protocolo y por seguridad, Naciones Unidas pide a las ciudades sedes usar una plataforma específica para la logística del hospedaje de las delegaciones. De acuerdo con la fuente, quien pidió la reserva de su nombre por no estar autorizado para hablar, algunos hoteles están cobrando de $200 a $800 dólares por noche, cuando normalmente no pasan de $100 dólares. 

Eso impactaría directamente en la cantidad de personas que vengan a la COP, ya que los presupuestos de cada delegación alcanzarían para menos delegados y recortarían el tiempo de su estancia. 

La secretaria de turismo, Mábel Lara, dijo: “Necesitamos que desde el sector de turismo nos apoyen en un llamado de atención que ha tenido Alejandro Eder en cuanto a mantener las tarifas en precios razonables”.

El director de Cotelco Valle, Óscar Guzmán, dijo que el precio promedio de las habitaciones está en $147 dólares, por debajo del de la pasada COP15 de Canadá. “El 50% está a menos de 100 dólares. Solo el 10% están por encima de los 300 dólares, ¿por qué no hablan de los hoteles de Medellín, Cartagena y Bogotá? Ese es el libre mercado, cada quien elige donde quedarse”, opinó. “Van a haber delegaciones que van a que van a tener que dividir, pero la capacidad para albergar las 12.000 personas la tenemos”, agregó. 

El día de la COP se acerca y los organizadores hacen malabares para tener todo a punto y responder a las voces de alarma. La plata, por ahora, no son un dolor de cabeza. 

Soy el periodista de La Silla Vacía en el Pacífico. Estudié periodismo de la Universidad de Antioquia. Crecí en el periodismo universitario y cofundé el medio de comunicación La Vuelta, enfocado en periodismo para juventudes. Ahora cubro el poder en el Valle del Cauca y la región Pacífica.

Soy editor de la Silla Académica y cubro las movidas del poder alrededor del medioambiente en la Silla.